¿Quieres que tu coche llegue a los 300 000 km sin sobresaltos? Empieza por desterrar tres malos hábitos que dañan componentes clave y elevan las facturas del taller.
1. Circular siempre con el depósito en reserva. Con el nivel de combustible tan bajo, la bomba aspira aire y suciedad, lo que provoca cavitación, sobrecalentamiento y averías anticipadas. Además, los sedimentos del fondo del tanque terminan embozando los filtros.
2. Olvidarte de cambiar el filtro y el aceite. Retrasar los cambios de aceite genera lodos que comprometen la lubricación del motor, elevan las temperaturas internas y aceleran el desgaste de casquillos y segmentos. Un mantenimiento pautado evita que residuos y sedimentos hagan de las suyas.
3. Conducir con los neumáticos con baja presión. La falta de aire incrementa la fricción, eleva la temperatura de la goma y multiplica el riesgo de reventón o incluso de incendio en situaciones extremas. También penaliza el consumo y la estabilidad.
Imagen sugerida: Infografía que muestre un cuadro de instrumentos marcando la reserva, un filtro de aceite usado y un manómetro comprobando la presión de los neumáticos.